DECÁLOGO DEL ABOGADO
José Honorio Silgueira
1- Trata de ser honesto como preparado en el
ejercicio de tu profesión: Tuyo será así el camino del éxito.
2- No engañes al cliente ni le hagas concebir vanas
esperanzas. Háblale con franqueza, no le ocultes ninguno de tus pensamientos,
dile toda la verdad.
3- No transijas ni con las malas causas, ni con los
malos jueces, ni con los malos litigantes. ¡Baldón para ellos!
4- Ten confianza en la justicia y fe en la rectitud
de los magistrados. No te consueles con la derrota pensando mal de la una y de
los otros.
5- No hagas uso de la inmoralidad o injusticia de
la ley, sino cuando te exijan ineludiblemente la fuerza de las cosas o las
necesidades imperiosas de la defensa.
6- Se prudente, firme y culto en todos tus actos.
No desciendas nunca, ni para lanzar improperios o recoger inmundicias.
7- No juzgues mal de las intenciones o conducta del
contrario, ni menoscabes la preparación de tus colegas, ni de nadie, sin tener
motivo fundado para ello. Dignifica la profesión por todos los medios.
8- No cristalices tu conciencia en la rutina.
Estudia y consulta siempre. Ten cuidado con el error, que es humano.
9- Ocupa útilmente tu tiempo. No suscribas escritos
indebidos, ni acumules montañas de papel en los juicios, ni uses dilaciones o
procedimientos maliciosos, que no te acarrearán sino deshonor o descrédito.
Cuida tu título, acuérdate de que has jurado.
10- Empuja siempre dentro de tu oficio y en tu
medida la obra de nuestra evolución sociológica. No olvides el precepto
bíblico: “No solo de pan vive el hombre”.
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